miércoles, 28 de septiembre de 2011

Dulce Mentira... ¿Triste realidad? (Cap 6/12)

Aqui el 6to, capi, que apra ser honesta ya tambien tengo el 7, pero esta entrada es del cap 6, según yo quedó bien, faltará su opinión, me esfuerzo en terminarlo, los capis son cortos pero creo que estan bien no?


Al llegar a la sala de ensayos de HSJ sólo están Chinen pegado a su celular, Daiki y Keito ya se van retirando, y mientras uno me mira con una agradable expresión el otro nada más me mira como diciéndome ‘egoísta’, eso hace que cuando se marchen un ‘Estoy solo en esto’ se escape de mis labios, pero no llama la atención de nadie o por lo menos no mucho, nos tiene caso decir algo, el único que pudo haberme dado ayuda, me negó dicha cosa, dándome así a entender que dependía de mi.
Para cuando quiero recoger mis cosas, con un sonoro ‘¡Domo~!’ de parte de Yumi que resuena en la habitación me sobresalto, ella como siempre, sonríe feliz, si de algo estoy seguro con ella de que como actriz tiene futuro, tan falsa y parece que resulta fácil imitar y hacer cosas que en realidad no siente, creo que le resultaría ser actriz.
Sus ojos se encuentran con los míos por medio del reflejo del gran espejo del salón en que nos encontramos, es una mirada intimidante, algo fría, tengo yo razón, su verdadero y único ser se encuentra en sus ojos.
Chinen platica de algo con ella, y poco después Chinen sale precipitadamente de la habitación, como seguramente tengo cara de extrañado ella lo excusa diciendo –Fue por un jugo para mi –dice la loca esa.
No sé si aprovechar esta oportunidad, decirle lo que pienso… no sé… no importa, es necesario hablar con ella:
-Sé lo que tramas.
-¿Ah?, ¿A qué te refieres Yamada-san?
-Sé lo que planeas, te oí mientras hablabas por teléfono ayer en mi casa, por pura casualidad.
-¿Ah, de verdad? –Ella se sorprendió un poco de lo que dije, pero no mucho, vuelve a sonreír, pero ahora maliciosamente –Creo, entonces no debo preocuparme por nada ¿no?, aunque tu lo sepas, no me afecta nada.
-No pienso igual… Chinen… bueno él… –No quería ni pensar en que pasaría si Chinen se enterase de la mentira.
-Él vive ahora en un cuento, Yamada-san, una dulce mentira, si así lo quieres llamar, es feliz así… además te preocupas demasiado, es sólo un amigo tuyo, se repondrá… algún día ¿no crees?
-Yo… –Esa es de corazón de piedra, indiferente, fría, egocéntrica, ella es una farsante perfecta… ella no… ella no tiene ni derecho a hablarle a alguien tan bueno e inocente como Chinen, alguien tan mala no merece nada en lo absoluto –Haré que te valla mal, se caerá tu estúpido teatrito, ¡Se descubrirá tu mentira!
-¿Y cómo lo harás?, si es que puedo saber... o mejor aún ¿tienes idea de cómo hacer semejante cosa? –Dijo desafiante la chica más bonita que había conocido en mi vida, claro bonita solo exteriormente, y ella lo sabía, por eso ella vestía adorablemente bien, ese día llevaba una mini falda con ligeros pliegues que hacían que tuviera un poco de vuelo, una blusa de mangas tres cuartos, algo escotada, e iba peinada con una coleta de lado, recogida con un listón, un ligero y sencillo, casi imperceptible maquillaje, era una muñequita de porcelana vestida de azul, eran dignas de envidarse las facetas que tenía aquella chica.
No sabía sinceramente que responder, quería vengarme de ella, de lo que hacía, en verdad quería, pero era verdad que no sabía como, quería hacerle entender que con Chinen no se juega, pero las palabras no salían de mi boca.
~Chinen~
Mi vida no podría ser mas perfecta: tengo buenas calificaciones, buenos amigos, soy popular, mi familia me quiere, tengo fans, pero lo mejor; tengo una adorable y hermosa novia, Yumi Nishikido, ella le da un verdadero sentido a mi vida, ella es mi guía.
Al ir caminando por el pasillo, con su jugo ya en mis manos, escucho unas voces que viene detrás de mí:
-Siento lástima por el chiquillo ese –Es un senpai –amor ¿Deberíamos detenerla?
-Yo también pienso en eso, sabes bien que siempre he dicho que los ojos son la forma de conocer a alguien, ella sencillamente no tiene una buena mirada –pausa –lo siento, es tu hermana y aún así digo cosas así, lo siento Ryo-chan.
-No importa, tienes razón y dices bien, mi hermana no tiene una buena mirada, digamos que ahí se refleja lo mimada y vanidosa que es, ella debe comprender que las cosas como las hace no están bien hechas. De verdad quisiera intervenir.
-Aunque queramos, lo prometimos, no queremos ayudarla en esta situación … bueno no de esta manera, así como lo hace, no se debe hacer –Era muy obvio quienes eran, yo no quería aceptar lo que decían, no lo entendía.
-Mira, ¡ahí está!, ¿Nos habrá escuchado?
-No lo sé cariño, quizás.
Los dos me hablaron, eran como suponía, Masuda-senpai y Nishikido-senpai, los cuales al ver mi cara de confusión sonrieron y el hermano mayor de mi novia dijo:
-Termina con mi hermana.

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