Capítulo
1
Es uno de
esos primeros días de clases, este semestre, según los maestros y superiores,
serpas más práctico que los demás, pues al ser de los últimos en cursar,
veremos el talento y si es posible participaremos en concursos nacionales de
fotografía, y aunque a un amigo mío, o bueno lo más cercano a amigo que tengo,
le emociona mucho la idea, a mí eso no es de gran interés, es sólo pasar y
matar el tiempo con la universidad en lo que decido que haré de mi vida.
Breves son
las clases pues sólo son introductorias a lo que será la materia más adelante, así
que el día se pasa lentamente, y a la mitad de este, yo ya había recibido las instrucciones
de mis maestros en cada una de las asignaturas, y valla sorpresa, no tengo nada
que hacer, me dedico entonces a vagar por la universidad, y me encontró con un
grupo nuevo, es nuevo por que se nota que les están haciendo un tour por el
campus todos salvo unos cuantos están muy emocionados, decido entonces colarme,
a fin de cuentas nadie me conoce y no importará mucho eso.
Quien lleva
a los de nuevo ingreso es un chico muy animado de mi curso, creo que se llama
Nakamaru-san, él, obviamente no sabe quien soy yo, ni creo que me conozca bien,
así que no me reconoce, y sigue con su explicación, un par de chicas hablan y
hablan delante de mí, y por eso no escucho casi anda de lo que dice mi
compañero, me dedico entonces a mirar a todos ahí, unas cuantas chicas, lindas,
pero no sobresalientes para mí, chico… son algo retraídos, y un poco tímidos,
salvo dos, uno que no para de hacer preguntas con la finalidad de irritar a Nakamaru-san, no es de nuevo ingreso, al igual
que yo seguro se coló, el otro es un chico serio y extraño.
En lo que
nos trasladamos caminando a la biblioteca, camino por caminar, sin rumbo fijo
en la mente, sin querer, empujo ligeramente al extraño que ha llamado mi
atención hacía un momento.
-Lo siento –digo.
-Sólo apártate,
estorbo –Me contesta, ahora fijaré más mi atención en el grosero ese ni que lo
hubiera tirado o lastimado de verdad.
Al llegar a
la biblioteca el que hace preguntas sigue fastidiando al pobre guía, este tiene
mucha paciencia, veo al extraño al que empujé accidentalmente y me llamo
estorbo, es alguien que, no encaja muy bien su cara con su vestimenta y mucho
menos con la forma tan seca que tiene de hablar y tratar con desconocidos.
Es delgado,
viste casi totalmente de negro, pantalón de mezclilla negro, camiseta negra con
una calavera ¿rosa?, una chaqueta negra con líneas rosas, y una ¿Bufanda? negra
con cuadrados blancos y rosas, creo que le gusta el color rosa, su vestimenta pretende
ser algo tétrica, pero su cara es muy distinta a eso, tiene facciones muy finas
al grado de parecer chica, su cabello es castaño –seguro teñido– y lacio, también
un poco largo, sin embardo tiene una mueca de desagrado.
El
recorrido casi termina, un lugar más y ya, o eso es lo que ha dicho el pobre
guía, el edifico de estudio de fotografía, el que hace muchas preguntas habla –de nuevo– para fastidiar al paciente guía:
-Na-ka-ma-ru-san
-Dime –esta
ya muy irritado
-Si vengo a
este edifico ¿Podría encontrar fácilmente?
-¡¡UEDA!!
-¿Qué? –Lo consiguió,
sonríe con aire de victoria.
-¿Podrías…
-contiene el enojo- callarte y escuchar?
-OK,
podrías haberlo dicho antes para no romperme la cabeza para penar en que preguntarte
a cada rato cosas estúpidas –sonríe.
-Tu… tan
solo cállate ya –Estaba recuperando el control.
Tras ese
dialogo, se escucharon risas generales y el pobre Nakamaru continuo y finalizó
el recorrido con una sencilla explicación del lugar, yo ya no sabía que hacer,
y estaba por irme.
Sin
embargo, una estantería milagrosamente llamó mi atención, los demás salieron, y
me quedé ahí, sentí que alguien llamaba mi atención tocando mi hombro.
-¿Si? –Como
siempre, trato de ser educado.
-¿Por qué
me miras tanto? –Era ese chico, visiblemente molesto.
-Yo no te
miraba –disimulo, o eso intento, no me conviene por ahora aceptar dicha acción.
-Claro que
sí, me revisabas de arriba abajo.
-¿y si es
así, qué?
-¿Por qué?
-Por que me
dio la gana, me voy
Emprendo el
camino a la salida del edifico, él grita:
-Espera…
-¿Qué?
-¿Cómo…?
-se interrumpe a sí mismo, yo también lo siento: un temblor.
Ambos
corremos juntos a la salida, es un temblor fuerte, los estantes y muebles se
empiezan a caer al suelo, el camino a la salida se estaba bloqueando, tomo la
chico desconocido de la mano y corro lo más rápido que puedo, es una extraña
sensación de querer salvarnos a ambos, y de milagro… los dos nos salvamos.
Hay un
alboroto afuera, chicas asustadas, pero ningún edificio destrozado, o gente que se haya lastimado,
¿Sólo fue un susto?, no la colonia habitacional que esta a lado del campus esta
deshecha.
-Gracias –Habla
entrecortadamente, el esta agitado, al parecer lo jale demasiado, no corre a mi
ritmo.
-No es nada…
bueno adiós.
-Espera…
¿cómo te llamas?
-Takahisa
Masuda
-¿Massu? –un
gusto soy, Yuya Tegoshi
Me hizo
gracia el mote que me puso, pero lo dejé así, me invitó a pasear un rato más y
accedí, hablamos con facilidad y mucho,
el era agradable, y muy diferente a mí.
De alguna manera
lo invité a mi apartamento a comer algo, no hay transporte debido al temblor
que sufrimos, pero vamos caminado alegremente, es muy genial, atravesamos dos
plazas, un parque y un centro comercial, no presté mucha atención a entorno,
este el el primer chico, o mejor dicho la primera persona con la que me puedo
relacionar tan fácilmente, pero cuando llegamos a mi apartamento interrumpí la
conversación para decir:
-Estoy
jodido
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