Engaño (3/??)

Bien Suna-chan ah trabajado muy duro!
Ya esta el capi

Capítulo 3

Me siento cansado, estoy en mi casa, en mi sofá…

-Koyama-san, ¿qué hace aquí?

-Nishikido-san… Eso no importa ahora… dime, ¿cómo te sientes?– Se nota muy preocupado, incluso nervioso. Su mirada es de completa preocupación…

-Me siento cansado… pero dime, ¿qué hago aquí?... ¿qué haces tú aquí?... no recuerdo nada.

-No me dejó tranquilo la forma en cómo te fuiste… tenía un mal presentimiento que no me dejaba tranquilo, así que decidí ir tras de ti. No te encontraba por ningún lugar y grande fue mi sorpresa al verte tirado en un aquella calle solitaria…Te desmayaste.

-¿De… desmayarme?- Traté de hacer memoria pero sólo puedo recordar aquella calle cubierta de nieve y el intenso frío que sentía dentro y fuera de mí… miro el reloj… eran las… ¿¡05:20 am?! ¿Se quedó aquí todo este rato?... -¿Te quedaste todo este rato aquí?...

-Así es…toma.- Estira su mano con mi chaqueta en ella- ¿Cómo se te ocurre salir de esta forma con este frío? Pudiste pescar un resfriado, una pulmonía… además… ¿te has estado alimentando bien?

-Bueno, creo que es suficiente. Tú no eres nadie para reclamarme ese tipo de cosas, son cosas que simplemente no te incumben. Sí, te agradezco por haberme traído y quedarte aquí a cuidarme, pero eso es todo. Puedes irte. –Tomo mi chaqueta e hice una seña indicando la salida.

Me salí de control. Una de las cosas que más detesto es que me regañen o me reprochen cosas… y más cuando se trata de alguien que apenas y me conoce.

-No. No pienso irme.

-¿Qué?- ¿Acaso estaba loco? Encima se niega… esto es demasiado.

-Que no me iré. No puedes quedarte solo en estas condiciones, necesitas cuidado. No pienso dejarte aquí solo Nishikido-san…

-Lo que me pase o deje de pasar creo que son cosas que no te deben importar, sólo eres mi jefe, ni si quiera mi amigo… Ve a atender tus propias cosas, no tienes por qué cuidar de mí.

¿Por qué tanta importancia hacia mí?... sólo era su empleado. Jamás hemos tenido una conversación extensa, ni de amistad, ni de compañerismo, ni si quiera de trabajo, después de todo y como ya he dicho, mi puesto no tiene importancia alguna.

Su comportamiento comenzaba a fastidiarme…sólo Tomohisa solía preocuparse por mí de esa forma… sólo él solía estar al pendiente de mí… pero poco a poco eso comenzó a cambiar…

-Tal vez no sea nada tuyo, incluso puede que ni si quiera notes mi sola existencia pero… yo siempre te estoy observando… siempre estoy cuidándote, siempre...

Suena su celular, mira la pantalla y su expresión es de enojo. Parece muy molesto… Guarda el celular en la bolsa de su pantalón, se disculpa y se va.

Me sentía muy extraño… él dijo que siempre estaba cuidándome… ¿por qué lo haría?, no encuentro la razón...

Estaba muy cansado, así que decidí ir a dormir. Eran las 05:50 de la mañana. Me dirijo a mi habitación y me tiro en la cama sin importar lo demás.

Despierto, miro el reloj, ya eran las 11:30 am… ¿¡qué!? Oh no, el trabajo… se supone que entro a las 8:30 am… estoy frito.

Suspiro y me meto a la ducha. Decidí ir, no sé a qué exactamente, ya no tenía sentido, pero tuve una extraña la necesidad de ir. Me arreglo y tomo el transporte.

Llegando noto todo normal, todos metidos en su “papel”… inconscientemente busco a Koyama, no lo veo a simple vista. Voy a su oficina y no hay nadie, de repente siento a mis espaldas una respiración muy cercana a mi cuello…me giro y me encuentro con su rostro. Él es una persona alta y yo pues… no tanto, así que me lleva mucha altura de ventaja.

-Nishikido-san… ¿cómo te sientes?, ¿estás mejor?... perdona por irme así ayer… tenía que atender algo urgente.

-No te preocupes por eso… y estoy bien. Vine a… vine a… avisarte…

-¿Avisarme qué?, ¿tu falta?... Eso no es necesario, aunque hubieras venido yo no te habría dejado trabajar. Así que para nada hace falta que la justifiques.

Sí… lo peor de todo es que yo sabía perfectamente todo eso. No sé la razón por la que vine.

-Gra… gracias…bueno, en ese caso yo…

-Espera…-me detuvo de la muñeca sin permitirme ni si quiera dar un paso.

-Koyama-san, tengo algo que hacer así que…

-Yo también tengo algo que hacer, algo muy importante… ¿Podrías acompañarme?...